... MR. BOB , BOB , MR. BOB DYLAN ....

Jugando a responder un cuestionario que un buen blog proponía sobre Dylan me doy cuenta de que mi conocimiento sobre él no es nada enciclopédico , más bien emocional , visceral y casi sanguíneo ; de la misma forma que dicen que para contemplar una gran obra arquitectónica ha de verse al amanecer , durante el día y en la penumbra de la noche , puedo también tener la afortunada perspectiva de haberlo podido disfrutar desde una temprana juventud y una madurez forzosamente asumida ; y concluyo que su creación se me antoja deslumbrante en ambos casos , el misterioso magnetismo que produce en mí es el mismo ; da igual que bucees casi en la superficie o utilices escafandra hasta llegar a sus abismos , el poder de comunicación de sus canciones ( para un servidor alimento interior ) , su creatividad , su voz , su carisma quedan grabadas de forma instintiva de modo permanente ; cada uno lo vive a su manera , faltaría mas , a mí de alguna manera me ha ayudado en el inevitable peaje del aprendizaje del vivir ; por eso le felicito y le rindo sencillo homenaje .

La sensación es la de haberme quedado a mitad de camino ; supongo que en algun momento lo intentaré pero me hubiese gustado ser más prolífico y haber podido acertar a definir algún Dylan que aún queda por ahí suelto , si es que en realidad queda alguno ; haber podido hablar de la verdad y la historia que encierran las Basement Tapes ; de la coherencia natural de pasar de defender a los desheredados , marginados y oprimidos a abrazar finalmente el catolicismo ( en esto sobre todo , pero también en muchas otras cosas veo un mayor paralelismo de Dylan con el poeta francés Paul Verlaine , y no tanto con Rimbaud con el que tanto se le relacionó como influencia intelectual sobre todo en su excitante época del Blonde on Blonde ) ; de la sorpresiva y muy expresiva actuación en el concierto de Bangla Desh , en el que de alguna forma escenifica y clarifica su momento después del desconcierto que provocó SelfPortrait y el atisbo del resurgimiento del genio que supuso New Morning ; de To Ramona , de la que me apropio con derecho o sin derecho de su alma ( cuando Dylan pronuncia Ramona siempre he querido oir que nombra a mi abuela y a mi tía del mismo nombre , dos mujeres esencialmente buenas que derrocharon amor desprendido , de ese desde el que no hay retorno y no espera nada a cambio, a borbotones ) ; de como partiendo de la tradición , de Guthrie , Leadbelly y Hank Williams , del blues como material permanente de trabajo los trasciende para convertirse en un género por sí mismo ; del esencialmente punk “Hard Rain “ por sus sentimientos encontrados y su urgencia ( hasta sus gallos me parecen sublimes... ) .

Me hubiese gustado también exteriorizar la excitación por las imaginadas ( o son reales ? ) grabaciones con el otro gran grupo americano : Nrbq ; o suplicar a viva voz que se decidan de una vez por todas y en condiciones a publicar las sesiones registradas en estudio con Mr. Petty .

Haber podido intentar desentrañar el misterio de Sign Language , canción que aparece humilde en el disco de Clapton pero que descubre esplendorosa la magia intuitiva de Dylan ; porque el propio espíritu de la canción trasciende al lenguaje , como en las canciones de las cintas del sótano puedes llegar a intuir el aura de la canción , es al mismo tiempo un estado mental y físico donde la voz , aun en segundo plano , es la piel misma de la canción ; como dijo una vez Tom Waits : Dylan vive en el éter de las canciones .

No , no todo lo cambia el tiempo , no creo que a estas alturas nada pueda alterar mi relación con Dylan ; son ya muchos años y el círculo no está , afortunadamente , cerrado ; con ansiedad se espera esa grabación - tan lenta – del temario de Hank Williams que con excesiva precisión ( ¿ las canciones de Williams necesitan tanto detalle ? es lo que me da miedo... ) está preparando con Jack White y colaboraciones de lujo ( sí , parece que Lucinda se ha implicado con interés en el proyecto .. )

Sí , a mitad de camino .

¡ Por muchos años ¡ ¡ Felicidades ¡