domingo, 1 de abril de 2012

DE VIAJE CON MORLIX




Y mira que he intentado tomar cierta distancia , como la prudencia aconseja , en un intento de evitar la sobrevaloración ; de alguna forma todos nos movemos entre ella practicándole miméticamente la cirugia estética al presente cada dos por tres ; incluso sobredimensionamos el hecho mismo de haber dado con algún disco , artista o grupo que al rato no recordamos ; bueno , a mi este juego me gusta , es mi entretenimiento favorito , i like it ; podría no salir del arte infuso de Keep an Eye on the Sky de Big Star o A Musical History de The Band y tener suficiente ; música como la de antes , como la de siempre …. como la de la tardía obra de Gurf Morlix que te retrotrae a otra época sin necesidad de perder el hilo , la sintonía con la realidad .

Gurf es muy tímido , humilde , sabio y se apoya en la palabra justa ; más bien se apoya en la sonoridad de esta y no en su contenido ; sí , el es un contador de historias ( canciones finalmente muy visuales ) en la mejor tradición del género pero es el barniz con el que las baña las que les da la intensidad necesaria , la energía interior que caracterizan sus canciones , tan cercanas , tan terrenales , tan rurales ; es un experto del matiz , del adorno subliminal que descubres con placer en las esquinas y rincones de un cancionero que abre puertas al conocimiento ; por eso creo que debería tener mayor reconocimiento en una afición que vislumbro cada vez más fragmentada en compartimentos estancos ; y en eso estoy , en intentar consenso antes de que la historia como siempre dicte justicia demasiado tarde , así lo hizo en casos sangrantes como el de Zevon ( ah! ¿pero es que ha habido ya sentencia ? ) , Van Zandt o Buckley o tantos otros ; porque , de acuerdo , en Morlix no hay respuestas , pero sí hallazgos , pistas para no perdernos en la inmensa American Songbook , para ver algo más nítidamente lo que cada uno de nosotros tenemos de único .

Es curioso , y lamentable todavía que al hablar de Morlix tenga la sensación de hablar de un neófito , de un recién llegado a este
negociado cuando repasas los nombres con los que ha colaborado poniendo a su servicio su guitarra o produciendo sus discos : ,Mary Gauthier , Buddy Miller , su íntimo amigo Peter Case , Mojo Nixon , Jim Lauderdale , Lucinda Williams ( aún no sabemos que pasó realmente durante la grabación de Car Wheels.. amargo final después de liderar la banda de esta durante ¡11 años ¡ ) ,Tom Russell , Steve Earle , The Plimsouls , Dave Alvin , Emmylou Harris , David Byrne , Flaco Jimenez … pedazo lista a la que se une un John Prine al que veo especial conexión con Gurf en la dicción , en la forma de narrar , en la idea de reformular unas pautas que anulan la muchas veces excesiva producción recargada del country , consiguiéndo en mi opinión regenerarlo desde la serenidad de quien conoce y ama su oficio ; serenidad que no logra ocultar la convulsión espiritual que fluyen de sus canciones.

Aunque no especialmente dotado con una grandísima voz nos llega esta imperfecta pero henchida de innegables cualidades emocionales ; y como gran manipulador del sonido y exquisíto calígrafo del género hace que no tengamos la necesidad de prolongar la vida de sus discos artificialmente porque es profundo conocedor de todos los secretos del género ; prueba con Diamond to Dust , Last Exit to Happyland o el más reciente y soberbio 113 Wet Dream Blaze Foley , el es de esa clase de artistas ; me rindo , Gurf , soy incapaz de encontrar defectos ; lo suyo es la intensidad , aunque sea en una frecuencia distinta a la que manejamos habitualmente .


Es creencia extendida de la importancia del productor en el acabado final de lo que escuchamos ; yo difiero en parte con esto porque no dudo en que hubo un tiempo en que fue esencial , pero ese tiempo creo que pasó ya para no volver ; todo ha cambiado , , tanto la forma de hacer los discos como la manera de consumirlos por nuestra parte ; por eso me atrae tanto la pátina orgánica que imprime Morlix a los suyos evitando superponer los instrumentos por separado , su objetivo es que la canción tenga vida propia y así el conjunto se beneficie de un sonido visceral , compacto ; es quedarte con la mejor toma de las dos o tres que has hecho , la de generación espontánea, casera y profesional ; es lo que Dylan busca transitar en los últimos tiempos autoproduciéndose , lo que él mismo denomina la textura orgánica , algo difícil de definir pero que sabemos muy bien de que se trata ; sigo pensando que se hubiese acercado mucho a esta idea de haber tocado y grabado con el grupo que Dylan siempre ha anhelado grabar y tocar : NRBQ ; como los astros no fueron propicios para esta unión y ahora graba en inmejorable compañía ( ¡adoro LOS Lobos ¡ ) bien podría mirar la producción de Morlix .

Creo que es su momento , el instante de traspasar su enorme reputación gremial ; Morlix es un viaje inacabable por la esencia ancestral de la música americana . A nuestro alcance.

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