Inyecta la agridulce canción de Jose Ignacio un impulso
que ralentiza la contradicción absoluta de la que
sigo siendo preso ; me gusta jugar con las palabras y aunque halle más preguntas que respuestas en una estéril imaginería
chapucera y retórica no abandono
la inútil idea de recomponer los
eslabones de quien fui.; vivo por tanto
en el límite de las tensiones .
Juego perverso en el que ando
liado pues me siento mezquino y traidor
al confinar y reducir a unas
cuantas palabras deslabazadas en fondo
negro a
artistas y talentos a los que
respeto y admiro , no me quito de encima
la sensación de empequeñecer el fuelle de vida propia que tienen sus creaciones ; no tienen
necesidad alguna de la
interpretación que pueda hacer de ellas ,
seguramente alejadas y erróneas de la inicial intención con que fueron creadas ; lo que ocurre es que
continuamente se cargan de significado y
vivo con y por ellas , son parte
indisoluble de quien soy ; de ahí mi osado
atrevimiento .
Tambien entretenimiento ; como el que arriba
juega distraido al pin-ball disperso
mi atención antes de que la
partida se acabe , no sé si tendré otra moneda en el bolsillo para poder jugar otra ; y lo
que es peor , no tengo tiempo ; por suerte sí para disfrutar
de la escucha de todo lo que tiene capacidad de estimular y
emocionar pero no para poder explayarme un poco en qué ando metido ;
en cómo sobrevive intacto el
enorme talento de Gene Clark y en la
bendita obsesión en que me encuentro sumergido
; del extraño magnetismo
que siguen produciendo las Basement Tapes ( tienen vida intrínseca ) y las ganas que entran de encender la chimenea , hacer unas migas y
tomar un tinto recio
al calor de sus brasas ; de qué buenos son los discos de Justin
Townes Earle , Pine Hill Haints , The Dutchess and the Duke y
Elliott Brood que he escuchado
esta noche ; de cómo Elliott Murphy se adelantó a su tiempo y el éxito
le fue injustamente esquivo ; del viaje
sin fin por los inmensos paisajes de la intra-América de la mano
y de la voz de Levon Helm ; de Francisco y la guitarrica que se ha comprado ; de porqué carajo aun se asocia el pop a una música
superficial , descafeinada , de inútil consideración ; del extraño y mágico mundo de Kevin Coyne que sirven de ideal trinchera estos días; de cómo aun me
sorprendo cantando en la ducha las canciones del Sanctuary de J. Geils Band después de pasado tanto tiempo y como salto con el inapelable ritmo de
Clarence Carter cuando salgo de ella ;
de la sensación de indigna posición
histórica que aun ocupan Charlie Rich , Everly Brothers o Conway Twitty ; de fantasear
con
poder compartir buenos ratos con la música que nos une el próximo
verano en Frías …….
No sé por donde empezar ; lúcida abstracción a la que invita Jose Ignacio
en esta canción de sentimientos
antagónicos que , a pesar de su propia contradicción
, convergen en el mismo punto ; carisma musical de la mas alta escuela , penetrar en sus dominios invita a buscar debajo de la superficie ; y por su evidente atractivo comercial uno no
entiende que su selecto estilo no sea más
ampliamente reconocido ; el mundo sigue
girando al revés , y yo que aun no sé
por donde empezar ni si podré hacerlo ; no lo tengo muy claro , como
siempre.
Yo si se por donde empezar my twin: somos musiqueros ( así me llama mi madre, 88 años) y estamos enfermos. El otro día comentabas que intuyes mi poco tiempo para que salga la reco de Dan Penn del horno y no por ganas (saldrá), dicen que los gemelos con un simple gesto sienten al unísono.
ResponderEliminarSomos musiqueros perpetuos pero tenemos picos y me temo que aunque a unos cuantos kilómetros de distancia, estamos con un periodo febril ya que además, esta época en un poco ansiosa porque salen muchos discos nuevos y porque el tiempo te hace recuperar viejas butacas en las que nos sentimos cómodos. Te entiendo perfectamente, me hubiera encantado firmar una entrada así porque resume ese estado en el que las canciones están por encima de poder explicar el efecto que te causan en el día a día y no te centras en algo concreto porque te lanzan balones desde todos los lugares del campo y quieres legar a todos.
Me identifico tanto con esto my twin. Por ejemplo ese breve encuentro en Bilbao a la vera de Bob me supo a trago corto cuando necesitamos de un trago largo fuera de la ciudad como los discos de Greg Brown, con tranquilidad. Una de las cosas por las que el puente de diciembre ( ese si que lo quiero coger) quiero ir a Santo Domingo de la Calzada y así estar más cerca, es para quedar un día a comer. En serio, no quiero esperar a Frías, eso si lo tengo claro.El resto, como Lapido, perdido en el azote de esta pasión porque "la pasión no es palabra cualquiera".(Parker dixit) Un abrazo muy grande Jesús, preciosa reseña, dile a Fran que toque la guitarra que es lo más bonito que se puede hacer de parte de su "tio" musiquero de Bilbao.
Quién no sabe por donde empezar a elogiar este reflexivo post soy yo, amigo Jesus. Bueno, empezaré y lo dejaré todo en esa lúcida abstracción de Lapido, bien sabes cuánto aprecio la música del maestro granadino. Hoy me han explicado la movida esa de Frias, ojalá pueda, sería un placer. Un abrazo.
ResponderEliminaresto para ti my twin , para que cuelgues esta maravilla en tu derecha magistral!
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=emhwwCTZr4k&sns=fb
Jesús, éste es el Neil Young del que hemos hablado, para mí, estado puro:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=Eh44QPT1mPE