Llevo a Santi al colegio de la mano pero me doy cuenta de que es él el que me lleva a mí , me confió en él y me retrotrae al difuso espejo de lo que fuí ; su mano y sus dedos pequeños consiguen reducir lo enorme a su medida , ajustar la dimensión del mundo a su pequeñez , comprender lo inmenso
mediante lo minúsculo : de todo
el campo abierto de la ribera solo le
interesa el caracol fosilizado
encontrado en su mano .
Su mano de niño , aunque
tozudamente temporal y provisional , es firme y algo húmeda ( vida líquida en plenitud ), es mi ser paralelo , mi prolongación , mi espejo inesperado ,
todo lo que no recuerdo de mí es él y su
brevedad de niño hace que mis pensamientos sean cada vez más flotantes , sin contenidos
concretos ; bajo un cielo insistente
vamos de la mano , la grande y la
pequeña , formamos un núcleo y no nos
excluimos , en su mano palpo la vida que se armoniza en él y en su ligero temblor se adivina una primera delineación del mundo ; intuye , adivina la vida y parece querer incorporarse a ella sin saber que ya está dentro de ella .
Su mano me simplifica pero no puedo evitarle que se asome al espejo ni dejar de señalarle
lo conveniente porque llegará el instante
- campo de minas no respirado - de esquivar
las argucias , falacias , cautelas y
traiciones que ese desaprensivo y
menesteroso mundo que hoy se nos despega le brindará en bandeja de plata ; hoy ese mundo le pertenece de
forma natural y cabe entero en su mano pequeña , esa misma que ignora inocentemente su mañana
.
Vamos de la mano al colegio , yo confuso , el distraido ; busco en su
espejo al niño que pasó también por ahí pero ya no lo encuentro , al menos lo que no
viví en mí lo vivo en él , lo que no recuerdo de mi es él ; en su mano , que es mi espejo ; creo que por eso me decido
a escribir , escribir es jugar y jugar
es ser niño por un instante.
Magnífico texto; texto también musical, en tanto música sería el silencio de tu hijo cunado andábais juntos.
ResponderEliminarEnhorabuena!!
Saludos,
JdG
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ResponderEliminarPues ante tan bellas palabras sobre la niñez y el profundo amor que desprenden, creo que incluso sobran las melodías (por buenísimas que fueren).
ResponderEliminarSolo decir, querídisimo Johnny, que me siento totalmente identificado con ellas, y que ni siquiera yo podría trasmitirle de manera tan hermosa a lo que para mi significa mi pequeño Daniel.
Espero que dentro de algunos años, Santi relea estas lineas y vea cuanto amor había en ellas.
Un abrazote.
No sé si hay más grandeza en el temazo de la Velvet o en tu texto, amigo Jesús. Otra vez que consigues emocionarme. Apuesto que en más de una ocasión me he sentido como tú al llevar o recoger a mis princesas del cole. Un abrazo.
ResponderEliminarFicus , Johnny : es que los niños , nuestros niños ( los de ayer y los de hoy ) sacan lo mejor de nosotros mismos , me alegro de que os haya gustado , sobre todo lo que pretendía era subrayar su brevedad y la alegría y pena al mismo tiempo de que dejen de serlo ; y con ello , su mirada al mundo más diáfana y limpia ; muchísimas gracias a los dos por comentar , un lujo vuestra visita , todo un honor.
ResponderEliminarUn Fuerte Abrazo!