A estas alturas y habiendo hecho aguas el mito adolescente , tan solo queda el duende , el talento ; y si éste va estrechamente unido a una determinada forma de sentir y de vivir , de clase y solvencia humana es cuando irremediablemente queda clavado a la propia memoria sentimental y vital de uno mismo.
Esto es lo que me ocurre con Alex Chilton , mago de la expresión , equilibrista de emociones capaz de captar en un momento sentimientos contradictorios , la dualidad humana con extrema precisión ; belleza y desesperanza reencarnada en canciones ; aún hoy tengo la sensación de que cantaba como si supiera que las cosas iban a salir mal y se resistiera a ello ; aún hoy extraigo de él grandes sensaciones y conocimiento.
Conocí a Chilton cuando llegó a casa Bach´s Bottom en forma de inmaculado vinilo blanco ; sobra decir que el hechizo fue inmediato y aún sigo pensando que es en ese disco donde las constantes vitales de este genio sensible se mostraron con mayor nitidez ; tirando del hilo llegué a Big Star como pude , en aquellos momentos la información escaseaba por no decir que era inexistente ( cómo ha cambiado todo ¡) .
Al día de hoy reconozco todavía la imposibilidad de hablar de Big Star , para mí un misterio sin resolver , un enigma chapuceramente resuelto ; cómo si no explicar que aquella banda local de Memphis dio con la fórmula secreta , aparentemente sencilla y de extrema sensibilidad ; y que consiguió mezclar en esa fórmula los ingredientes precisos ( olfato melódico , habilidad artesanal , precisión lírica , electricidad juvenil ) para lograr algo irrepetible ; y que lo capturaron en grabaciones de mágico ambiente y extrañamente casero ; y que fueron olímpicamente ignorados y tardíamente rescatados , creando escuela y ¡ qué escuela ¡ ; ya digo , un completo enigma , ojalá algún día podamos resolverlo .
Tomo todos los brebajes que este genio precoz preparó con la misma ansiedad que bebo el agua fresca estos días de calor insoportable que fulmina mi energía y aplatana y puedo decir que hasta en los momentos más convulsos y atormentados queda latente su poder creador , esa fuerza invisible que tendió puentes y que regeneró el rock y renovó su lenguaje justo cuando más lo necesitaba.
Hoy sopla un aire que repara en parte el sofoco que proporciona disfrutar nuevamente de la escucha de High Priest , rotundo ejercicio de definición artística de Chilton ; ecléctico dirán algunos , variado les replico ; y áspero , rotundo , robusto a pesar de su perenne contradicción .
High Priest es una vuelta a sus raices como un modo de definir su propia identidad de ahí que el gospel , el rockabilly , el cajun , y muchos otros reflejos de músicas de sus ancestros que habían ido sedimentando en su agitado interior cohabiten con naturalidad ; por eso creo que es su obra de madurez como cantante ; creo que no hace mucho alguien en un blog decía que Chilton era en realidad un cantante de blues , pues bien no puedo estar más de acuerdo pero en el sentido más epidérmico del término : en la actitud , en el sentimiento , en fuerza interior ; High Priest es la mejor muestra de ello ; en el recupera sus señas de identidad con certeros latigazos eléctricos y su voz quebrada , dando sensación de que consolida su propio estilo ( aún tocando canciones de otros , tan sólo el 40 % de las canciones son suyas ) .
Un disco en principio de bajo presupuesto pero audaz , atrevido , compacto ... y muy caliente , más bien tórrido . sensual , más bien explícitamente sexual ( Thing For You ) ; Sun y Stax de la mano , letras de oro en la historia del Rock ´n´Roll . High Priest . Alex Chilton.