No es de extrañar que
Allen Toussaint fijara su retina en una voz
de tan intenso pedigrí y cuajo profundo como
la de Frankie Miller al escuchar
la gelatina emocional que supone
su debut y le invitara formalmente a
instalarse una temporadilla en Nueva Orleans para facilitar y proveer
la gestación del inmenso , fibroso High´s
Life ; hoy recupero el primero
que para eso lo es , pero caerá el antes
citado y también su Full House ; y es que Frankie Miller es un magma de elegante , auténtica absorción del soul y
del blues y todo lo bueno , un enigma de
rescate tardío cuya idiosincrasia artística
deja huella profunda , me cuestiono como
es que no llegó a sobresalir como
llegaron a hacerlo otras voces con bastante menos cuajo y carisma .
Once in a Blue Moon es
un disco natural y orgánico , tan
soulful como los demás , que hoy vuelve a afianzar mi adherencia a un rock´n´roll de innegable autenticidad ; sé que estas palabras ya no están en
uso pero lo siento , sigo siendo un
creyente- humilde – del rock´n´roll ;
por eso he destruido el trabajado texto
que acompañaba estas canciones , espeso , irreflexivo y falto de toda endoscopia musical ; basta con
escuchar esta voz evocadora
como pocas acompañado en su
debut por Brinsley Scwharz al
completo que lo arropa con lúcida , precisa
elocuencia instrumental ; un disco que sirve hoy como arquetipo perfecto para definir en buena medida la querencia a un crujido , un sonido , una filosofía
outsider con un pie en la más expresiva
y tabernaria tradición folk-rock etílicamente
escocesa y otro en los cásicos soul , de
niño ya cantaba canciones de Sam Cooke y Ray Charles , como Paul Rodgers , como
Steve Marriott o un inicial Rod Stewart ;
sí , Frankie Miller vivió desde el
principio en el limbo de los elegidos y yo en la imposibilidad de separar
la distancia de mi condición de fan
del objeto de mi devoción ; tan sólo advertir que , una vez metido en su bucle
y en su voz emocionante , uno no vuelve a salir …….