Cierto desconcierto y curiosidad si que causó ; bueno , lo que siempre ha generado Bob ; y es que durante el verano de 1975 se le veía acompañado de una desconocida frecuentando muchos de los clubs del Village de Nueva York , una desconocida llamada Scarlett Rivera ; apenas se le vió en aquella temporada con su mujer , Sara , con la que habia estado una larga temporada en Francia a principios de año ; algo no iba bien entre ellos .
En complicidad con Scarlett empezaron a relacionarse con aquella escena , siempre en ebullición ; ahí conocieron a Jacques Levy , Howie Wyett y a Rob Stoner , el equipo con el que empezó a grabar Desire , el disco nómada con el que se dieron de bruces todos aquellos que acusaban a Dylan de linealidad , a los que se les unió la gran dama americana , Emmylou Harris .
Tengo Desire tan interiorizado como Blonde on Blonde , Blood on the Tracks o Highway 61 Revisited pero de forma más visceral , más amarga , rupturas adolescentes ; sí , afortunadamente con este disco y por este disco he llorado , uno nunca es tan duro como se cree y entonces empiezas a desaprender el camino que empiezas a recorrer , vicious circle .
Cada uno interpreta lo que escucha a su manera , a mí Desire me ha parecido siempre el más cinematográfico de Dylan , las imágenes que evocan son casi quirúrgicas , de extrema precisión , claro que la madura narrativa de Bob se expande a sus anchas ; por eso es un disco de largo recorrido , de viaje , por tanto de profundo conocimiento aun envuelto en un sonido y un ambiente cabreado , desmadrado en ocasiones , gipsy sound , mágica combinación, caótico y perfecto.
Sí , una alquimia especial entre todos los que participaron pero la llave maestra particular para poder explorar en los rescoldos de mi memoria la tiene el violín de Scarlett ; creo que supo captar a la perfección el deseo de una mente tan poliédrica como la de Bob en ese momento , y TRANSMITIR la imaginería de su sobrada prosa ; no siento su violín como simple perfume del disco , ES la esencia mismo de Desire ; no es artificial , vibra , llora , gime , grita , susurra como la propia voz ; su papel no es tan sólo la de crear una atmósfera , siempre lo he percibido como el clima mismo de unas canciones ya universales , de todos ; unas canciones que se perpetúan a sí mismas ; qué suerte he tenido de vivir en tiempo real al Dylan de los 70 y de vivirlo con tantas ganas .
Muchos otros violines quedarán seguramente grabados en una memoria cada vez más dañada ; el festivo de Can Have my Money Back ? de Gerry Rafferty , el de Toni Marcus que nos invita a un placentero paseo irlandés en Into The Music de Van Morrison , el de Warren Ellis hurgando la herida en No More Shall We Part de Nick Cave o el virtuoso y eterno de Stephane Grappelli ( recomiendo su colaboración con Django Reindhart , palabras mayores ) ; pero aunque casi rudimentario el sonido del violín de Scarlett es espontáneo y expresivo ; absoluta química con el genio ; irrepetible.
El violin ese gran instrumento que cayo tan bien en el rock con notables interpretes .
ResponderEliminarEs verdad que Dylan recluto desde su auto a Scarlett ? cuanto hay de verdad en eso ...
Un abrazo Jesus y buena semana
Mira, apreciado Jesus, me encanta el sonido de violín, cuando suena me tiene parte ya ganado. Me atrapa el Desire dylaniano, me atrapa este Romance in Durango pero creo que tienes la razón, creo que el violín de Scarlett es la llave maestra que supo captar por donde tenían que ir los tiros. Un abrazo.
ResponderEliminarUno de los primeros discos que compré de Dylan, aunque realmente no lo descubrí hasta años después que lo rescaté del fondo de la estantería. Un disco para degustar, con infinidad de matices, y este del violín lo describes a la perfección, es el caracter gitano del disco. Como siempre Jesus, una gran entrada. Saludos desde la Route
ResponderEliminarParte de la magia de la música, es precisamente que para cada uno de nosotros un disco, más o menos valorado por la crítica o el público, representa un momento, un sentimiento, una etapa, y entonces se convierte en NUESTRO disco. Y dentro de él, los detalles, y el violín siempre ha casado estupendamente con el rock, sabido es su papel en la clásica o el folk pero tiene la capacidad de dramatizar el rock como ningún otro instrumento. ¿Me dejas añadir a Wickham de The Waterboys? ¿Y el papel que juega en la actualidad en bandas como Arcade Fire o The National?
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