GERAINT WATKINS

Cualquiera que haya notado alguna vez  el soplo   de este    Cierzo hoy  ecléctico y fatigado  ha podido advertir fácilmente  que excluye de manera formal  el deseo de imponer  a nadie  su criterio  , y que este no se sustenta  en el descarte ni en el desprecio  ; más bien lo contrario , aspira con  heredada  humildad  a  contagiar  a los demás  para que sean  fieles a su propio  criterio y gusto , del que  ávido  me dispongo   a  aprender , siempre he disfrutado  mucho más de los descubrimientos o conocimientos  que otros me ofrecen que  de los que yo pueda ofrecer  ; como la  planta  impulsada  por una extraña apetencia crezco , me inclino y contorsiono  buscando la luz  .

 Una fuente importante  de esa anhelada luz  siempre ha venido de la mano de los músicos que gustaban  a los músicos que  admiraba , como si de una afinidad  mutua y previa se tratase  ; descubro a este  SUPERCLASE   de la mano de mi idolatrado  Nick  Lowe  al  ver su nombre impreso en  The Impossible  Bird , disco  de madurez  en el que Lowe se encuentra artísticamente a si mismo  e inicia  una serie  ( cinco hasta  hoy ) de discos de SUPREMA musicalidad  ; seguí  curioseando  acerca  de Watkins  para comprobar finalmente  que estaba  ante un MÚSICO de  largo recorrido   y de intransferible personalidad  , atrincherado en sus teclados  siempre  pero  cargado con canciones  de arquitectura y orfebrería clásica y de deslumbrante  brillo interior  ,  de natural  equilibrio  en el que cada preciso arreglo  tiene su propia razón de ser  : una invitación  que no podemos declinar  los  que ya  no nos conformamos con el simple entretenimiento pues , lo mismo que sucede con Lowe ,  son armas  poderosas contra el envejecimiento  emocional  e intelectual  y  fuente  generosa de fabulación.

Discos  los de Watkins  para destripar y degustar  como lo  hacíamos antes con los discos que tan  inocente  anhelo y labrado  ahorro  nos costaban  ;   un completo  muestrario  de exquisita capacidad  de composición  y ejecución  de un músico de raza y oficio  del que me siento incapaz de imponer  etiqueta  estilística alguna  ; acudo  estos días con frecuencia desmedida a Dial ´W´  for Watkins  como lo hice en su día con  el extra-ordinario  In a Bad Mood   y acudo a el  en solitario  y descalzo , como siempre ; y no salgo de  una extraña sensación y cada vez más frecuente de que la madurez  me lleva a un momento más complejo ( ¿más todavía? ) , reflexivo pero abierto  a infinitas posibilidades  de emoción  ,  virtud  entendida como una de las mejores cosas que nos pueden pasar  aunque  sepa que en la mecánica  en la que estamos metidos me lleve a sucumbir.

Si has llegado hasta aquí , no te asustes , toda esta parrafada no es  más que para  decir  que  tendremos disco nuevo  de Geraint Watkins  en la próxima primavera  y que la recibo con alborozo seguro de encontrar  un nuevo tratado  de pop, country , blues , crooner sound(lo es ),  swamp, jazz o rock tratado  con la naturalidad  y personal firma de quien hace de su trabajo  su pasión ; seguro de un nuevo encontronazo comercial  pero  sentimentalmente otra victoria para  quien teclea perezosamente  estas palabras ;  todavía asqueado por la valoración utilista de las cosas  considero que es una vergonzosa perversión  que el triunfo  sea el único valor estimado  entre  una mayoría de gusto (?) asquerosamente homogeneizado ; se desaloja lo exquisito  porque no es eficaz  ; no niego que el triunfo  sea síntoma de ciertas virtudes  pero  nunca me he quitado de encima la sensación  de que es el único valor estimado y eso es un grave error; siempre me he sentido atraido por este tipo de casi anónimos artistas , combativos y en retaguardia desde  su humildad  y grandísimo talento ; como  el  pálido Geraint Watkins . Clase.