Se tiene o no se tiene , no hay que darle muchas más vueltas ; aun siendo alérgico a ellos nunca un chulo me ha caído tan bien como el
genuino dandy dueño de todas las calles ; oficio y actitud , amar lo que haces hasta escenificarlo de forma tan pasional
como en este documento del
84 , epícentro mismo de una década
donde estas propuestas capaces de dinamitar prejuicios y enterrar
actitudes fosilizadas no interesó apenas a una industria volcada a homogenizar el gusto lo más posible
a la parroquia .
No pretendía liarme , sobran palabras , sólo invitar a su visión y escucha ; desparpajo desinhibido , estilo único
, clase hasta decir basta , actitud de afirmación , orgullo de rock´n´roll
, pasión radical la de este entrañable macarra carismático .
Mink De Ville en su
hábitat natural ante un público quizá no hostil
pero seguro no demasiado receptivo , curioso retrato de la difícil adaptación
de quien nunca quiso perder el rastro
genético de sus referentes en una época mutante
que quizá no era la suya .
Mink De Ville , pasión incontrolada .
Tiene un acolección de formidables discos si bien desde aquel Hey Joe se creyó ese personaje latino y pegó un buen bajón pero aunque sólo fuere por sus tres primeros discos ya merece un lugar en el cielo
ResponderEliminarHas puesto una de las primeras canciones que conocí del gran Deville. Mucha grandeza. Mañana daré otra muestra más de mi admiración hacia este megacrack. Fuerte abrazo.
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