Profundidad de campo , de mirada larga que siempre acaba
afectando la de Bill Callahan ; hoy todo está organizado para que todo canse enseguida y nuestra atención se muestre despistada y errática , por
eso la fluida , visionaria alquimia lírica
del recién estrenado Dream River vuelve
a nutrir , a enriquecer de
contenido justo allí donde uno diría que
ya no puede haber nada ; su
introspectiva lucidez despliega
nuevamente conocimiento profundo ,
exquisita antropología musical y nos lleva ,de la mano aunque exigiendo
atenta escucha , a dar un paso más allá ,
a sobreescuchar , a sobremirar , a
enriquecernos y expandirnos ; puede parecer una incongruencia pero llego a la conclusión una vez más , escuchado Dream River esta noche por primera vez , que Callahan sabe
más de nosotros y nuestros moldes y espejismos
que nosotros mismos ; no , no hay trampa
, y elimina el almíbar innecesario para
volver a mostrar nuevamente
ese rosario de sutilezas que define su nada convencional talento .
Recuerda Javi cuando
salimos impresionados del set que nos
regaló en Zaragoza , salimos con la
sensación de haber asistido a un
creador que sabe estimular lo
inteligente y el lenguaje escondido (
Sign Language ) , armado de sagacidad , cultura y conocimiento profundo de los resortes de la
música que intentan ordenar un poco nuestros afectos , desánimos anhelos , pérdidas y
esperanzas , sueños de río , chancla de goma y piedra ; y el caso es que casi lo consigue de nuevo……
La urgencia de mis palabras – preñadas de lamentable exageración retórica de tres al cuarto - no esconden
lo subjetivo y ridículo que me
parece hoy casi todo ; y aunque seguramente precipitadas , Dream River
me ha parecido esta noche
exquisito , un hermoso grito – el
suyo , hoy el mío – que hierve en un
pensamiento impaciente ; enigmático , misterioso , profundo , en su escueto formato arriesgado ,
un largo camino de vuelta , un campo de minas sobre lo provisional, nocturno ; cada vez
es uno más si mismo , Callahan cada vez es más Callahan .
En la inopia ( el limbo se ha hecho añicos ) debemos estar cuando dejamos que
los discos de Smog y Bill Callahan se
sucedan sin que el implacable ritmo de la actualidad permitan la necesaria inmersión en ellos , sign of the times .
Lo tengo pendiente maestro! ahora lo tomaré con más ganas si cabe, su anterior trabajo fue tremendamente maravilloso. Un abrazo.
ResponderEliminarSolo lo he podido degustar un poco. Pero lo estoy reservando para momento de soledad, nocturno, luz teneu. cascos, y un tónico alcholico. Lo Bueno merece un tratamiento adecuado. Fenomenal album
ResponderEliminarSin lugar a dudas lo atenderé comod debe, con tiempo sosiego y dedicación, ¿preñadas de lamentable exageración retórica de tres al cuarto? ni de coña Jesús, tu retótica no es de tres al cuarto, verdad. Saludos
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